jueves, 9 de octubre de 2008

Profesor amigo

Aquel que cuando se propone enseñar te cuenta las cosas como un amigo: se lía con la historia, se equivoca con los datos o directamente se los inventa, improvisa...
Es fácil identificar una clase de estos maestros del aburrimiento. En los alumnos provocan efectos tales como apagones cerebrales, somnolencia, pérdida del sentido de la realidad (sobre todo cuando lo que escuchas se parece más a un chiste que a conocimiento puro y duro), etc. Por su parte, el profeamigo durante el transcurso de la lección suele estar empapado en sudores fríos, que le provocan largos ehhhhhhhh, se le pierde la mirada, tartamudea... se han dado casos de infarto al estropearse el proyector (o cualquier otro soporte) que le indica por donde debe seguir leyendo.
No más profeamigos o por lo menos que dejen de leer en voz alta en las aulas. Que investiguen, que iluminen, que focalicen, ¡que enseñen joder!

A los funcionarios que se hacen llamar docentes en la Facultad de Ciencias de la Desinformación (Universidad Complutense de Madrid)

1 comentario:

merche dijo...

HOLA AMOR: Difícil tema el que planteas.Yo distinguiría entre los profesores de igual manera que entre los amigos, lo que no quiere decir que lo sean, es más no lo deben de ser. Pero cada uno de nuestros amigos son de una manera y tratamos de adaptarnos a su manera. El problema con el profesorado a mi humilde forma de ver son dos.
- La mayoría no saben transmitir el saber que poseen
- Hay mucha prepotencia por ser un profesor de Universidad.
Estoy de acuerdo contigo en que lo que tienen que hacer es enseñar y dejarse de acercamiento al alumno QUE PARA ESO ESTOY YO ¿NO?
Paciencia mi niño. Besos