
Alguien debería pasarse por La Moncloa para comprobar si quedan inquilinos o si han emigrado todos a Alemania en busca de trabajo. Me imagino La Moncloa como un lugar desértico, un palacio embargado en el que sólo queda un sillón de orejas al fondo donde está sentado Rubalcaba, que resuelve Sudokus.
¿Qué pasa con nuestra España? ¿Está paralizada por el pánico? Lo parece. Tenemos una de las peores cifras de paro de la eurozona: rozamos el 20% mientras Alemania o Gran Bretaña no alcanzan el 10%. Hay más porcentajes paralizantes: nuestro fraude fiscal representa el 25% del Producto Interior Bruto español; la tasa de paro juvenil ha pasado entre 2006 y 2009 del 17 al 42,9 % para así liderar el desempleo de los jóvenes europeos. Y otro dato que se nos olvida con facilidad: en el año 2006 se construyeron más casas en España que las construidas conjuntamente en Francia, Alemania e Inglaterra.
El discurso desde La Moncloa insiste en ser socialista: economía sostenible, cambiar el modelo económico, no recortar derechos sociales en tiempos de crisis, crear empleo estable, acabar con los paraísos fiscales… Pero las políticas que se aplican desde el mismo lugar no siguen ese discurso y están más cerca del centro-derecha. Es decir, en lugar de ser socialdemócratas, actúan como liberales: austeridad y contención del gasto público, subida generalizada del I.V.A y reducción del I.R.P.F para el sector de la construcción… Para colmo, quieren que costeen la crisis los pobres y/o trabajadores con el abaratamiento del despido y la bajada de pensiones, en lugar de los ricos con la reforma del sistema financiero o grabando un impuesto verde a los carburantes que emplean tanto los aviones privados como los yates de lujo (hoy del 0%).
Si te han quedado ganas de leer más: Las tres crisis. Ignacio Ramonet.