miércoles, 22 de abril de 2009

El cuarto poder


El político irlandés Edmund Burke (1729/97) fue el primero que calificó a la prensa como “el cuarto poder”. Lo hizo cuando los periodistas dejaron de tener prohibida la entrada en el Parlamento inglés y ocuparon, se supone, la cuarta tribuna. Esta prohibición se había mantenido desde la República de Oliver Cromwell (periodo dictatorial de 1649 a 1659) hasta que se desató la polémica definitiva con la detención del editor del periódico London Evening Post en 1771, tras publicar una información confidencial del Parlamento. Al día siguiente, el resto de periódicos publicaron el mismo texto… Pero, si los periodistas ingleses tuvieron que luchar durante más de un siglo para poder entrar en el Parlamento, a sus vecinos franceses les hizo falta una revolución para poner fin a las licencias regias que controlaban las imprentas desde su invención. Otra batalla que el cuarto poder le tuvo que ganar a los gobernantes en la guerra por difundir la verdad.
Aunque resulte más reciente el tanto que se apuntó el periodismo contra el presidente de Estados Unidos Richard Nixon, más escandaloso fue el asalto al sector de la información protagonizado por del senador Joseph McCarthy, con su particular caza de brujas. Más reciente e insultante resulta la impunidad del asesinato del cámara español José Couso, cuando las tropas comandadas desde Washington atacaron un hotel en Irak donde se encontraba alojada parte de la prensa internacional que cubría la invasión. Más estremecedor es que 60 sea el número de periodistas asesinados durante el 2008 (REPORTEROS SIN FRONTERAS: http://www.blogger.com/%20http://www.rsf.org/article.php3?id_article=29805/).
Olvidamos que la libertad de prensa y opinión están igual de protegidas que otros derechos humanos como el de la vida. Esperamos demasiado al confiar en que los periodistas podrán ganar esta guerra en solitario.

viernes, 17 de abril de 2009

God save the TV

Igual que Nietzsche mató a Dios, otros están empeñados ahora en matar a la televisión… ¡Pobrecita ella, de reina de la casa a caja tonta por culpa del ordenador!
Está a punto de llegar un futuro (acaba de doblar la esquina) en el que no sólo los periódicos se convertirán en objeto de deseo por parte de coleccionistas enfermizos. Así, un buen número de artilugios, que actualmente son imprescindibles para la rutina consumista y cosmopolita, serán antiguallas inservibles el día que nuestra mirada quede atrapada, para siempre, ante una pantalla (táctil a ser posible).


En cuanto al periodismo, ¿sobrevivirán el directo y las agencias de imágenes? Aquí hay lugar para la esperanza porque ver un acontecimiento en vivo tiene un valor añadido para el espectador: la ilusión de formar parte de la historia justo cuando se está escribiendo (aunque no halla nadie que le explique la intrahistoria del mismo). No obstante, las previsiones para la televisión de continuidad y la radio como hasta ahora la entendíamos dejan cielos nublados con posibilidad de tormenta.
Se acabó la dictadura impuesta por las cadenas a base de programaciones y sobredosis de publicidad. Los anuncios no volverán a joderte la película porque gracias a Internet ya puedes ver y oír lo que quieras en el momento que quieras.

lunes, 6 de abril de 2009

Tengo una pregunta para usted


¿Qué pasa con la policía en este país, en especial con la que llaman municipal/local/BESCAM/etc?
¿Por qué a medida que crecen sus plantillas, aumentan exponencialmente las detenciones ilegales y agresiones a civiles inocentes?
¿En las academias de superagentes de la ley enseñan a evitar el peligro persiguiendo, con multa en mano, a jóvenes subversivos cuyo único delito ha sido tomarse una copa o fumarse un porro en la vía pública? Y en cuanto al fascismo-racismo, ¿también lo aprenden o lo traen de casa?
¿Su trabajo es simple afán recaudatorio o una reducida visión de la actividad policial como terroristas en nómina del Estado?
¿Qué función tienen los antidisturbios en una democracia y para qué sirven las cargas policiales contra determinados ciudadanos que ejercen su derecho a manifestarse o contra profesionales (fotógrafos, cámaras, periodistas…) que ejercen el derecho de dar a conocer una información veraz?

Cada día entiendo mejor el anarquismo y no es gracias ni a Bakunin, ni a Proudhon ni a Kropotkin. Nada más lejos, la culpa ha sido de los polis duros del barrio, esa pandilla de maleducados con pistola que amedrentan a mis vecinos y que, a cambio, se levantan por cabeza un par de miles de euros al mes de las arcas del Estado.

domingo, 5 de abril de 2009

POESÍA

Cuando las frases dejan de ser convenios
Cuando las palabras se transforman en besos
Cuando las letras dibujan sentimientos
Cuando el amor se traduce en versos
Cuando te miro y escribo esto

Porque una emoción pesa más que todo el oro del mundo
Porque una poesía llena más que todo el agua de los océanos
Cuánto te quiero Merche